- Hipertermia, una de las mayores preocupaciones para los guías caninos
Madrid, 17 de junio. Con el verano suben las temperaturas y las personas no somos las únicas que notamos (y padecemos) los efectos del sofocante calor que eleva el mercurio en todas las provincias de España.
Los animales también son susceptibles de sufrir con las ya más que frecuentes olas de calor que caracterizan la época estival. Tal y como apuntan desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, “las temperaturas muy elevadas pueden tener consecuencias graves, como el golpe de calor, que sin una intervención rápida pueden llevar a la muerte del animal”.
Por esta razón es muy importante vigilar el bienestar de los animales, detectar posibles síntomas que nos alerten de que algo no va bien y saber cómo prevenir y actuar de forma eficaz ante posibles situaciones de riesgo para el animal.
En el caso de los perros, hay que tener en cuenta que sólo pueden disipar el exceso de calor corporal mediante tres vías: el jadeo, poniendo en contacto con superficies frías las zonas corporales menos provistas de pelo y más vascularizadas (con mayor exposición de los vasos sanguíneos) y por las almohadillas de sus patas.
Desde la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP), cuyos voluntarios profesionales cuentan con una amplia experiencia con perros de trabajo en situaciones extremas, apuntan que “el golpe de calor o hipertermia es una de las mayores preocupaciones para los guías caninos en la temporada estival. La actividad intensa, el estrés, o la permanencia prolongada en los vehículos (aunque estos se encuentren ventilados), pueden ser el origen de un golpe de calor, y la única forma segura de saber si nuestro perro está sufriendo esta patología es medir su temperatura, que de forma normal será de 38-39 ºC pero que, en caso de hipertermia severa, puede llegar a los 42º”.
Cómo EVITAR EL GOLPE DE CALOR
Para evitar llegar a este extremo, el COLVEMA recomienda que el animal tenga a su disposición agua fresca y limpia las 24 horas del día (tanto dentro de casa como en sus paseos o viajes) evitar salir en las horas centrales del día, darle de comer en las horas menos cálidas y que, si se le corta el pelo, es importante dejar 2-3 centímetros aproximados de longitud para que le proteja del calor y de las quemaduras solares.
En el caso de los perros de trabajo, como los de la ESDP que realizan búsquedas de víctimas en catástrofes o grandes emergencias, su entrenamiento no se puede detener en ninguna época del año ya que deben estar preparados y acostumbrados para actuar en cualquier momento y lugar. No obstante, para la presidenta e instructora de la ESDP, Susana Izquierdo, “los perros K9 son intervinientes como cualquier otro componente de los equipos de rescate y, como tal, debemos velar por su protección y bienestar”.
Por ello, cuando se va a trabajar con los perros expuestos a altas temperaturas, desde la Escuela aconsejan mojarles la barriga y la zona ventral del cuello para conseguir un “efecto botijo”, ya que el agua aplicada se evapora con facilidad. Aún así debe tenerse en cuenta que si se moja mucho al perro y se le mete en un espacio reducido, como el transportín de viaje, pero sin ventilación suficiente, el agua no se evaporará subiendo el grado de humedad sin bajar su temperatura, lo que provocará un “efecto horno” que puede empeorar la situación.
Para los guías de la ESDP es recomendable el uso de transportines de rejas en lugar de los clásicos de plástico, ya que son más ventilados. Y, si es necesario, los cajones de viaje se pueden sacar del vehículo y ponerlos a la sombra en un lugar ventilado.
Además es importante poner siempre agua fresca al alcance del perro y, si se le da de comer, que sea alimento húmedo en lugar de seco.
Cómo IDENTIFICAR EL GOLPE DE CALOR
Si no hemos tenido en cuenta los anteriores consejos o, incluso, si aun siguiéndolos el calor afecta significativamente al animal, este puede verse expuesto a una subida de su calor corporal, una patología más conocida como golpe de calor.
Si observaremos algunos o todos de los siguientes síntomas debemos sospechar que nuestro perro está sufriendo hipertermia:
- Respiración muy rápida y forzada.
- Expresión con boca muy abierta y ojos llorosos.
- Dificultad de movimiento.
- Tambaleo.
- Salivación excesiva y con espuma.
- Lengua y mucosas azuladas.
En estos casos debemos actuar con rapidez para evitar que los síntomas empeoren hasta tal punto que pueda suponer un desenlace fatal para el perro.
Cómo ACTUAR ANTE UN GOLPE DE CALOR
En primer lugar, si nuestro perro ha estado sometido a altas temperaturas y observamos jadeo exagerado, con mucha salivación, las mucosas muy enrojecidas y una expresión como de enorme sonrisa, convendría buscar la forma de ofrecerle agua en pequeñas cantidades con frecuencia (aún así puede que no quiera beber), mojarle (sobre todo la barriga, las patas, y el cuello), y ponerle a la sombra. También se puede utilizar alcohol con cuidado de no aplicarlo en mucosas o zonas sensibles, ya que es de rápida evaporación.
Si mojamos al perro o lo sumergimos en agua, siempre de forma gradual y no de golpe, debemos procurar que el agua no esté a una temperatura muy baja, para evitar un shock térmico y que pueda entrar en hipotermia (lo contrario a la hipertermia).
Los síntomas del golpe de calor pueden empeorar rápidamente, por lo que es aconsejable, en los primeros momentos, buscar la ubicación del veterinario más cercano para tenerlo localizado.
También sería ideal conseguir un termómetro, para saber si estamos ante una hipertermia leve o grave, y vigilar la evolución de la temperatura.
Si observamos que los síntomas no mejoran o que la temperatura no desciende, se debe acudir al veterinario de urgencia para que le ponga el tratamiento más adecuado.
¿Y los guías?
En emergencias, la autoprotección es fundamental para evitar que los rescatadores se conviertan en víctimas. En el caso de los guías caninos, velar por el bienestar de los intervinientes, además de una responsabilidad personal, también lo es para con su binomio de cuatro patas.
Por ello, ante altas temperaturas, es fundamental que los guías caninos se mantengan hidratados, bebiendo agua con frecuencia sin esperar a tener sed, evitar las exposiciones prolongadas al sol e ingerir alimentos ligeros. También es importante la elección de la ropa de trabajo y los equipos de protección individual adecuados a la tarea a realizar y a las condiciones meteorológicas, por lo que es aconsejable revisar con anterioridad la previsión del tiempo.
Desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ofrecen consejos generales de autoprotección ante altas temperaturas.
Como mantienen desde la ESDP, un guía en perfectas condiciones ayuda a que el trabajo de su perro se desarrolle de forma eficaz y es un activo importante para salvar vidas.