Las amenazas y los peligros llegan al ser humano de muy diversas maneras. Algunos podemos percibirlos a simple vista, somos conscientes de su existencia y nos permite tomar medidas para protegernos. Otros, sin embargo, son silenciosos, causan un daño sin ser vistos y sin que podamos percibirlo de manera evidente, con lo que se hace más difícil adoptar medidas de protección.
Tanto los riesgos producidos por la acción directa del hombre (antrópicos), como los naturales (terremotos, inundaciones o erupciones volcánicas)[1] han pasado desgraciadamente a formar parte de nuestra cotidianeidad y con ello ha ido cobrando mayor protagonismo el trabajo de los primeros intervinientes en situaciones de emergencia.
La detección temprana, la identificación precoz, el control y/o neutralización de sustancias peligrosas y la correcta delimitación de la zona de riesgo son premisas fundamentales para optimizar la eficacia de los primeros intervinientes, evitando así la pérdida de vidas y mitigando los daños al medio ambiente. Desde esta perspectiva, el uso de la tecnología dirigida a los primeros intervinientes en situaciones de emergencia puede jugar un papel fundamental, contribuyendo a detectar, reducir y mitigar los riesgos y peligros que pueden aparecer en una catástrofe.
El desarrollo de soluciones tecnológicas que contribuyan a apoyar a los primeros intervinientes en situaciones de emergencia ha dado lugar a una línea de actuación dentro del programa marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea H2020, donde un conjunto de proyectos ha sido financiado para apoyar dicho desarrollo tecnológico.
Desarrollo de tecnología para emergencias
El proyecto INTREPID, es uno de estos proyectos dirigido a desarrollar tecnología para los primeros intervinientes. Ha sido financiado por la Unión Europea dentro de su programa de Investigación e Innovación H2020. La Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP) forma parte del consorcio de INTREPID, que tiene como principales retos desarrollar tecnologías capaces de mejorar la seguridad y la eficacia en la detección de riesgos, garantizando una respuesta rápida, dinámica y segura de los equipos de primera intervención y por supuesto de los equipo caninos (K9) como primeros intervinientes.
Uno de los posibles riesgos que puede aparecer en una catástrofe y que no siempre en perceptible de manera inmediata son los riesgos químicos. Por ello, los detectores químicos son uno de los puntos fuertes de INTREPID, y nuestro trabajo consiste en ayudar a que sean lo más eficientes posibles.
¿Cómo pueden ayudar los detectores químicos a los K9?
Para la correcta valoración de peligros en la zona del incidente son de gran importancia los siguientes aspectos que pueden ser abordados con el uso de tecnología:
Por un lado, el reconocimiento y evaluación de la zona. Para ello es importante determinar los detectores químicos, que deben ser utilizados de forma PREVIA a la entrada de los primeros intervinientes, tanto guías como perros, en la zona del incidente, así como los drones y los robots, tecnologías que también están incluidas en el proyecto INTREPID y que dotados de dichos detectores, tendrán una labor primordial a la hora de la valoración del peligro, asegurando la zona de intervención, y con ello garantizando la seguridad de primeros intervinientes, perros de rescate y víctimas.
Por otro lado y tras el reconocimiento y evaluación de la zona, los detectores que portaran los uniformes de los primeros intervinientes responden a finalidades diferentes que pueden sintetizarse del siguiente modo:
- La Evaluación continua de los márgenes de seguridad que se mantienen mientras se llevan a cabo las labores de rescate.
- El Control y corrección continuo, dando la posibilidad de advertir de posibles cambios o aparición de nuevos escapes que hagan peligrar la vida de los intervinientes.
- Detección de la aparición de nuevas sustancias que no se manifestaron en las lecturas previas.
Marcando un objetivo
Con todo ello conseguimos lo que se denomina “Higiene operativa”[2], es decir, se establecen durante toda la maniobra de rescate las medidas necesarias para la eliminación o reducción del riesgo.
No solo necesitamos saber a qué nos enfrentamos, sino además: la concentración de las sustancias químicas, el tamaño de las partículas, el tiempo de exposición, la combinación de agentes contaminantes o la detección de nuevos peligros. La detección de estos aspectos empleando soluciones tecnológicas constituye un gran reto a abordar que aporta un gran valor añadido a los resultados del proyecto.
La tecnología esta marcando un nuevo horizonte en el trabajo en catástrofes, ayudando a los equipos de rescate a obtener mejores resultados en un menor espacio de tiempo e incrementando la seguridad y la eficacia de los primeros intervinientes y los perros de rescate.
Ana Aldea Reyes | Marta Burgos González | Susana Izquierdo Funcia
[1]Salvago B. La amenaza riesgos, emergencias y catástrofes. La función de inteligencia en la gestión de emergencias y catástrofes, págs. 23-50. 2019.
[1] Baraza X, Castejón E, Guardino X. Higiene industrial. I- Introducción a la higiene industrial. Metodología de actuación. Higiene operativa.2016